Cuando llega el invierno, muchos hogares mexicanos se enfrentan a una sorpresa poco grata: el aumento en el costo de su factura de luz. ¿Pero por qué sucede esto? La respuesta reside en cómo la Comisión Federal de Electricidad (CFE), dependencia paraestatal de México, estructura sus tarifas.
La CFE divide sus tarifas en dos bloques principales: una tarifa de Verano y otra de Invierno, cada una con un precio diferente por kilowatt consumido. Durante los meses de verano, el Gobierno Federal otorga un subsidio especial como apoyo a los hogares que requieren un mayor uso de aparatos eléctricos para combatir el calor, como refrigeradores y aires acondicionados. Este subsidio es especialmente relevante en las ciudades con temperaturas más altas.
El subsidio se distribuye en “bloques de consumo”, donde cada bloque tiene un precio especial por kilowatt, que va incrementando a medida que se consumen los kilowatts subsidiados del bloque anterior. En promedio, en verano se subsidian entre 800 y 1200 kilowatts. Sin embargo, en invierno, este panorama cambia drásticamente.
Con la llegada del frío, el Gobierno reduce el subsidio, basándose en la idea de que se requiere menos energía eléctrica. Como resultado, la CFE disminuye la cantidad de bloques de kilowatts subsidiados y aumenta el precio por kilowatt. Esto significa que, aunque el consumo de energía puede ser menor en invierno, el costo en la factura de luz puede ser significativamente más alto, a veces incluso el doble que en verano.
Aquí es donde entran en juego los paneles solares como una solución eficaz. Al producir tu propia electricidad con paneles solares, te vuelves independiente de estas fluctuaciones estacionales en las tarifas de energía. Los paneles solares generan una cantidad constante de kilowatts, lo que significa que el costo de producción no varía, independientemente de la temporada. Por lo tanto, la mayoría de las veces, tu recibo de luz se mantendrá al mínimo, gracias a la energía producida por tus paneles solares.
En resumen, instalar paneles solares en tu hogar no solo es una decisión ecológica, sino también una medida inteligente para estabilizar y reducir tus gastos de electricidad a lo largo del año, liberándote de las preocupantes fluctuaciones de precios de la CFE. Con paneles solares, cada hogar puede disfrutar de un invierno más cálido y económico.